Gary Payton, posiblemente, uno de los mejores bases de todos los tiempos, creció con Demetrius "Hook" Mitchell y no duda al decir que Hook es mejor que él. Jason Kidd y Brian Shaw están de acuerdo.
“Hook podría saltar por encima de un edificio. Es de lejos el mejor jugador que ha salido jamás de Oakland. No se puede comparar a mí, Gary Payton, Antonio Davis, Greg Foster o Brian Shaw" dijo una vez Jason Kidd.
Gary Payton no se corta en sus halagos: "Hook era mejor que yo ... él era mejor que todo el mundo. Hubiera saltado por encima de un camión para ganar los concursos de mates"
Sin embargo, la mayoría del mundo no ha oído hablar de esta figura mítica de tan sólo 180cm, tan legendario en la cancha como fuera de ella. Los problemas fuera de la cancha le hicieron descarrilar del viaje hacia la inmortalidad y lo llevó tras las rejas. Esta es su historia.
El jugador nativo de West Oakland, CA, Demetrius "Hook" Mitchell, se dice que es uno de los más grandes jugadores de baloncesto que nunca llegó a la NBA. Con sus escasos 180cm, construyó su estatus en la calle por sus legendarios mates por encima de cualquier obstáculo que pudiera conquistar, incluso un Volkswagen.
Así consiguió proezas como saltar por encima de diez personas o sobre cinco con un giro de 360º. Durante un torneo de Las Vegas para lograr el mate a mayor altura, Hook se quedó sólo en aquel concurso llegando a situar el listón a 3.95 después de ejecutar un mate limpio a 3.65. "Era un espectáculo, el principal allá donde fuera. Era como ver a los Globetrotters en un solo hombre", relata su amigo de infancia Gary Payton.
Pero, al parecer, Hook encontró un obstáculo que nunca pudo superar, la propia calle. Su sueño era jugar en la NBA, pero desde 1999, jugó en la cárcel.
Nace la leyenda
Nacido el 11 de septiembre de 1968, los padres de Hook, ambos adictos a las drogas, lo abandonaron poco después de su nacimiento. Su abuela hizo todo lo posible para criarlo, intento alejarlo de las siempre presentes drogas y la delincuencia que impregnaban las calles de West Oakland. A los 10 años, Hook era fumador de marihuana, a los 12 estaba inhalando cocaína en polvo y para los 17 estaba resoplando heroína. Los distribuidores de drogas del barrio atendían la adicción de Hook, a cambio de entretenerlos con sus mates espectaculares. Aún era muy joven cuando su hermano mayor fue asesinado por una banda de narcotraficantes. Después fueron a por el joven Demetrius pero las circunstancias lo retiraron de las calles antes de que pudieran cumplir la amenaza.
Oakland es el lugar de nacimiento de muchas estrellas NBA. Más que cualquier otra ciudad en el país. Hook asistió a la McClymonds High School con Antonio Davis, donde, juntos, dominaron la cancha local. Cuando la defensa se cerraba sobre Mitchell, a Hook le encantaba jugar con ella, penetrando y arrastrándola hacia él para liberar a Antonio. Pero lo que más le gustaba era correr para poder quedarse cuanto antes solo frente al hierro. Con Rex Walters llegó a formar un tandem explosivo comunicándose a través de alley-oops que más de una vez dieron con los cristales en el suelo. Y si quienes tenían delante eran buenos, su motivación era infinita. Cuentan que en un partido contra el All-Navy Team hizo un mate sobre David Robinson saltando dos pasos por delante del triple.
Al otro lado de la ciudad en el equipo rival de Skyline, Gary Payton era la estrella. Davis, Payton y otros nativos de Oakland, como Jason Kidd, Brian Shaw, JR Rider y Greg Foster, todos terminaron con una ilustre carrera en la NBA. Hook acabo en las drogas. Él nunca se graduó de secundaria, pero, sorprendentemente, acabo siendo el jugador estrella de dos diferentes equipos de la Junior College, eso sí, sin pisar ninguna clase. Ni siquiera estaba inscrito en las clases y, como siempre, Hook tuvo un tratamiento especial como resultado de su talento deportivo. Las habilidades de Hook eran explotadas una y otra vez por las escuelas y los traficantes de drogas por igual.
Cuentan que jugando un partido de High School palmeó un mate a tal altura que sus ojos llegaron a sobrepasar el aro. Allí estaba su gran amigo Bernie Ward. Cuando coincidieron, surgió una de esas amistades que se mantendría de por vida. Presente en aquel milagro, Ward lo recuerda como si todavía hoy Hook “estuviera mirando dentro del aro” como dicen las crónicas de la época.
Técnicamente Hook Mitchell fue definido como el mejor base cuyo juego no haya sido trabajado y pulido. Un diamante en bruto. Scoop Jackson decía que era un Vinnie Johnson más bajo pero más fuerte, más fino pero más explosivo, como un Roy Jones del baloncesto; un Steve Francis mucho más completo y sobre todo un Vince Carter por recursos en la ejecución del mate.
Tiempos duros
Llegaron los momentos más duros, días en que Demetrius vagabundeaba por la noche urbana escapando de algo que continuamente le perseguía. “Fueron tiempos donde Hook tenía incluso que dormir bajo mi cama” cuenta Payton. El poco dinero del que disponía lo consumía en drogas para siempre volver cabizbajo al regazo de su abuela.
Empezó a robar a la gente para conseguir droga. Cayó en la oscuridad. Cada vez se alejaba más y más de la luz. Demetrius se precipitaba al abismo.
La cárcel
El 27 de diciembre 1999 Hook fue arrestado por robo a mano armada. Accedió a un acuerdo con el fiscal renunciando al juicio y fue condenado a una pena reducida de cinco años. Con un 85% de la pena cumplida, Hook fue transferido al Konocti Correctional Facility, una institución de bajo nivel de Lower Lake, California, donde se le permitían hacer lo que más le gusta. Jugar al baloncesto.
Recupero su forma e incluso un directivo de los Magic declaró que de estar disponible en el draft podría ser elegido. Además, algo de luz entro por fin en su vida gracias al islam. Se cambió el nombre al de Waliy Abdur Rahim y su leyenda sigue creciendo por los mismos motivos de siempre: corazón y espectáculo.
Increible video-reportaje Hooked: The legend of Demetrius "Hook" Mitchel: